La pastora lleva sus ovejas a lo alto de la montaña en busca de un momento especial. Doña Ubenza vive en todas las mujeres de esta tierra. Era una mujer de la puna de salteña; pastora, hilandera, tejedora, trabajadora de la sal, lavandera entre otros oficios que desempeñaba para criar a sus hijos. Lavaba la ropa en las vertientes, en los pocitos de agua de deshielo, mientras alegre iba cantando coplas que cortaban el frío y la dureza de la suerte de su raza.